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deveres, se hagan acreedores á alguna remuneracion, podrá acordarseles de los fondos del
Presidio precedida aprovación del Inspector General.
4º.‐
El Cirujano ó Médico de Semana, se presentará todas las mañanas al Comandante del
Presidio para tomar sus órdenes, darle noticias de los enfermos, y tenerla de las novedades
que haya concernientes a él.
5º.‐
Asimismo asistirá a la hora de la lista de la tarde para saber las novedades, ver a todos
los que se digan enfermos y distinguir los que lo están de los que lo aparentan, y tambien los
meramente incomodados que no devan entrar en el Hospital.
6º.‐
Siempre que entren nuevos Desterrados, será obligación de los Cirujanos reconocerlos,
apreciar los achaques que pretextasen, y sobre todo si tienen males contagiosos ó que
propaguen á los demás.
7º.‐
Los facultativos demostrarán con especialidad su capacidad, y celo en su asistencia al
Hospital, caridad con que traten a los enfermos, que jamás estará mejor empleada que con
infelices, sin otros recursos ni auxilios que ella : en el aseo que hagan tener, y buena calidad
de las medicinas, y alimentos convinandolo todo con la más estrecha economía.
8º.‐
En ninguna manera alternarán entre si en caso de haber dos Profesores, para por
meses, ó semanas asistir al Hospital, sino que cada uno tendrá sus Quadras determinadas a
que siempre atenderán.
9º.‐
Aunque no haya el menor motivo para desconfiarse de la legalidad de los facultativos y
a pesar del optimo concepto que estos merezcan, para costar en otras circunstancias,
abusos perjudiciales, ó reclamaciones, y quejas de los Profesores, los Comandantes de los
Presidios presenciarán por sí, y también los Ayudantes los reconocimientos de los
Presidiarios á quienes pueda resultar alivio de ellos, y podrán llamar otros facultativos sino
quedasen convencidos. Sobre todo no omitirán precaución quando los Confinados fuesen
hombres de medios, conexiones, ó favor.
10º.‐
Si fuese posible se alojarán los facultativos dentro del Quartel, para que estén prontos
a las urgencias extraordinarias y aunque moren fuera no se negarán á venir prontamente sea
la hora que se quiera quando se les llama.