Fuente: Menorca info

Un interno del Centro Penitenciario de Menorca, que responde a las iniciales J.F.P., agredió ayer tarde de forma violenta a un funcionario en el interior de la celda de cacheo de la cárcel menorquina y golpeó a otro profesional de servicio.

El funcionario tuvo que ser trasladado al Hospital Mateu Orfila donde le practicaron tres puntos de sutura en el labio que le había partido el recluso al propinarle varios puñetazos en el rostro y en la frente, confirmó Instituciones Penitenciarias a este diario. Otro funcionario también fue golpeado por el mismo interno, aunque no precisó traslado al centro hospitalario tras un primer reconocimiento a cargo del médico de la prisión.

Los hechos se produjeron sobre las 16.30 horas cuando se procedió a la apertura de celdas y dos internos se negaron a salir de la suya. Dos funcionarios de servicio acudieron de inmediato ante ellos bajo la sospecha de que los dos reclusos habían podido consumir drogas y por ese motivo no habían abandonado la celda junto al resto de internos. Uno de los reclusos atendió a los funcionarios y salió del habitáculo mientras el otro se resistió y comenzó a ponerse agresivo.

Los funcionarios procedieron a esposarlo y le condujeron a la celda de cacheo solicitando la presencia del jefe de servicio. Ya en la celda de cacheo, cuando era registrado el interno se revolvió ante los dos funcionarios y agredió violentamente a uno de ellos en el rostro, como muestra la imagen que han colgado esta mañana en las redes sociales varias fuerzas sindicales de los funcionarios de prisiones. El interno partió el labio del profesional que además recibió otros golpes de los que fue atendido en el hospital mientras el interno, en atención al protocolo, quedó en aislamiento.

La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), definió la agresión como "brutal" a los dos funcionarios recordando que este mismo recluso ya protagonizó graves altercados en 2017. El sindicado denuncia esta nueva agresión en el marco de sus reivindicaciones ante la Administración para apelar a la falta de seguridad en el ejercicio de su profesión.