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Las dos prisiones de la provincia habilitan zonas para no fumadores

Sin conflictos, sin altercados. La Ley Antitabaco empezó a funcionar ayer en las prisiones de Villena y Fontcalent sin grandes problemas ni por parte de los internos ni de los funcionarios. Mientras que los empleados no podrán encender un cigarrillo en el interior del centro penitenciario, los presos podrán hacerlo en el patio, la celda y la sala común, en donde se habilitarán espacios bien ventilados para no fumadores al ser la mayoría de la población reclusa adicta a los cigarrillos.

Fuente: laverdad.es

Sin conflictos, sin altercados. La Ley Antitabaco empezó a funcionar ayer en las prisiones de Villena y Fontcalent sin grandes problemas ni por parte de los internos ni de los funcionarios. Mientras que los empleados no podrán encender un cigarrillo en el interior del centro penitenciario, los presos podrán hacerlo en el patio, la celda y la sala común, en donde se habilitarán espacios bien ventilados para no fumadores al ser la mayoría de la población reclusa adicta a los cigarrillos.

Una instrucción de la directora general de Instituciones Penitenciarias establece las bases de cómo debe aplicarse la ley en los centros penitenciarios. Según la circular, los funcionarios deberán de abstenerse de fumar dentro de prisión. Además se procurará tener celdas libres de humos para aquellos presos que lo soliciten y se prohíbe consumir tabaco en el comedor.

Según fuentes de los dos centros penitenciarios de Alicante, en donde entre el 70% y el 80% de los reclusos son fumadores, la aplicación de la normativa no tiene porqué entrañar problemas. De hecho, tanto en Villena como en Fontcalent ya se atendían con anterioridad las peticiones de aquellos internos que querían un cambio de celda porque su compañero fumaba y ellos no.

Según fuentes de la dirección de Villena, el personal de oficinas hacía tiempo que «se salía a los pasillos a fumar». Ahora su única posibilidad será salir a la calle «siempre y cuando puedan abandonar el puesto de trabajo». A pesar de todo, «no habrá problemas. Son profesionales».

En Fontcalent los funcionarios lo tienen menos complicado, ya que «fácilmente se puede acceder a espacios abiertos», señalan desde la dirección.

En cuanto a los internos, ambos centros aparecían ayer empapelados con las señales de prohibido fumar en las zonas comunes. Tanto en Villena como en Fontcalent se tendrá que preguntar a partir de ahora a los reclusos si quieren una celda libre de humos.

En Villena, el comedor es una sala independiente de la sala común, por lo que ayer no hubo problemas para prohibir fumar durante la comida. En Fontcalent, sin embargo, ambos espacios coinciden. Cuando la zona se utiliza para almorzar o cenar está prohibido encender un cigarro. Después, señalan desde la dirección, el área «se limpia, se adecua para sala de estar y se delimita una zona libre de humo con bastante ventilación».

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