Los hechos ocurrieron en el día de ayer en el Módulo 28 de la Unidad de Preventivos, que alberga a internos clasificados en Primer Grado, y, por tanto, muy peligrosos.
A la hora del cierre del patio los dos internos, que portaban cuchillas de afeitar, salieron corriendo hacia la galería de celdas. Una vez allí, consiguieron coger a un funcionario, mientras que otros dos consiguieron zafarse. A consecuencia de ello, recibieron varios golpes, pero consiguieron evitar ser retenidos.

En el estrecho espacio de la galería de celdas, los internos se hicieron fuertes, mientras uno de ellos, ante la presencia de más funcionarios que habían llegado, amenazaba con cortar el cuello al secuestrado.

En ningún momento los internos plantearon ninguna demanda, ni formularon ninguna reivindicación.

Finalmente, después de algo más de media hora, los internos depusieron su actitud.
Hay que hacer constar que en las últimas semanas los funcionarios de servicio habían hecho varios informes sobre la evolución negativa en el comportamiento de uno de los internos protagonistas del secuestro.

Afortunadamente, la actuación “de manual” de los funcionarios de servicio evitó que el hecho adquiriera mayores proporciones.

Hay que recordar que éste es el tercer secuestro de funcionarios en menos de 4 meses, desde que el pasado 27 de Noviembre fueran secuestrados tres funcionarios durante más de 12 horas. Precisamente, la mala gestión de aquel hecho puede ser el origen de este nuevo incidente. Los internos tienen claro que pueden llevar a cabo cualquier acción, incluso el secuestro de funcionarios, sin que la misma tenga ningún tipo de consecuencia.

Asimismo, la nefasta política de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que ha endurecido notablemente los requisitos para considerar a un interno como peligroso, produce un aumento en el número de episodios de este tipo.

Desde Acaip se quiere felicitar al Director de la Unidad de Preventivos por su actuación y apoyo a los funcionarios que sufrieron los hechos. Del Director del Establecimiento, cuyo cese hemos pedido en repetidas ocasiones, y máximo responsable de lo que sucede en el Centro, un día después, aún se sigue sin saber nada. Quizá este otro “hecho aislado” tampoco merece que se preocupe por los funcionarios bajo su mandato.