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Fijan medidas especiales para juzgar a un preso peligroso

Un argelino y otro acusado responderán por un delito de tráfico de drogas por el que ya han cumplido más de dos años en la cárcel de Botafuegos.

Fuente: Europa Sur digital

La sección algecireña de la Audiencia Provincial retoma su actividad habitual tras el parón navideño y lo hace con un calendario de juicios que, a corto plazo, está marcado por la singularidad del que se celebra este jueves. No por el delito que se le atribuye a los dos acusados –tráfico de droga, algo habitual por esta zona– ni por la petición de pena –en torno a cuatro años– sino por el hecho de que uno de ellos, un argelino de iniciales E.G., está vinculado a la mafia marsellesa y se le considera un preso peligroso y con alto riesgo de fuga.
El caso de este argelino salió a la luz el 1 de diciembre. Ese día, y por primera vez en sus cinco años de historia, la Audiencia celebró una vista en el centro penitenciario de Botafuegos. Lo hizo para determinar si se debía prorrogar la prisión provisional del acusado, que fue detenido en diciembre de 2003 con casi 300 kilos de hachís.

Si el tribunal se trasladó entonces a la cárcel fue porque se tuvo en cuenta que se trataba de presos muy peligrosos. Precisaban de una vigilancia especial y, como en definitiva se trataba de un acto judicial de no mucha envergadura –era más que probable que se prorrogara su estancia en prisión, como finalmente sucedió– se optó por la citada fórmula.

Para el juicio, sin embargo, será E.G. quien vaya a la sede de la Audiencia, en la avenida Virgen del Carmen. Lo hará fuertemente protegido y, dentro de la sala, también estará continuamente vigilado. La Policía Nacional, encargada de los traslados y la custodia de los presos, no ha revelado cuáles serán las medidas de seguridad, por razones obvias, aunque fuentes de la comisaría señalaron que serán "acordes con la peligrosidad de los detenidos".

Aunque es bastante probable que el argelino y el otro acusado en este juicio serán condenados, porque las pruebas en su contra son contundentes, lo cierto es que les queda poco tiempo de permanencia en la cárcel, al menos por este delito. Ya llevan allí más de dos años y es improbable que sean condenados a más de cuatro, señalaron ayer fuentes judiciales.

Botafuegos no es la primera cárcel que pisa E.G., que durante una anterior estancia en una prisión francesa protagonizó una peripecia digna de la mejor película de acción. La policía descubrió que había un plan para propiciar su fuga: un helicóptero aterrizaría en uno de los patios de la cárcel y E.G. subiría en él para marcharse. El plan fue abortado, pero el argelino, a consecuencia de eso, ya llegó al penal algecireño con la vitola de preso con alto riesgo de fuga y desde entonces ha estado estrechamente vigilado.

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