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Otra agresión entre rejas: un preso agarra del cuello a un funcionario

Fuente: Diario Jaén

Acaip-UGT exige medidas por el funcionamiento del módulo de internos inadaptado.

Son las dos menos cuarto de la tarde del pasado martes cuando salta la alarma en el módulo 10 del Centro Penitenciario de Jaén, en el que se encuentran los internos inadaptados al régimen ordinario. Uno de los reclusos, Javier V. S., se niega a obedecer las órdenes de los funcionarios. Testigos presenciales aseguran que se encuentra “muy agresivo y en un visible estado de agitación”. Grita e insulta a los vigilantes, que están esperando el momento justo para intervenir. Por sorpresa, el preso se abalanza sobre uno de los funcionarios, al que llega a agarrar por el cuello. Sus compañeros se echan encima del atacante y consiguen reducirlo. Esposado es trasladado al departamento de aislamiento, donde se le ha aplicado el restrictivo artículo 75.1 del Reglamento Penitenciario. La medida conlleva el traslado a otra prisión en breve.

A grandes rasgos, ese es el relato de la última de una larga lista de agresiones a funcionarios en la cárcel de Jaén, según denuncia Acaip-UGT, el sindicato mayoritario en el centro. “Afortunadamente, el compañero está bien, gracias a la rápida intervención de los otros trabajadores. Las intenciones que llevaba el agresor no eran buenas”, asegura Pablo Viedma, responsable del sindicato. Este nuevo episodio de violencia tiene un problemático telón de fondo: el funcionamiento del módulo 10. Acaip-UGT afirma que fue creado hace una década con el objetivo de que aquellos internos inadaptados al régimen ordinario del centro se rehabilitasen tras someterse a diversos programas de tratamiento durante un espacio de seis meses: “Este programa deja mucho que desear. Apenas hay cinco internos actualmente e, incluso, algunos llevan mucho más tiempo del periodo permitido, sin que la Dirección atienda a los fines con los que fue creado”, señala Viedma. En este sentido, el sindicato pone en duda la viabilidad de este departamento para inadaptados del Módulo 10, debido a los resultados obtenidos y a la falta de personal existente en este centro: “No tiene sentido destinar cuatro funcionarios para custodiar a cinco internos”, explica.

La agresión a un vigilante no ha sido el único incidente registrado en la cárcel en los últimos días. Un interno ingirió un paquete con droga (hachís y heroína) para evitar que los funcionarios se lo decomisaran durante un registro. La bolsa le estalló en el estómago, por lo que el recluso tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro hospitalario, ya que llegó a temerse por su vida. Acaip-UGT pone de manifiesto que se han intervenido numerosas sustancias estupefacientes en las últimas semanas. La mercancía entra en el centro a través de presos que regresan de permisos y por las comunicaciones “vis a vis” o, incluso, en las familiares. Una de estas intervenciones se produjo en el Módulo 10, cuando los funcionarios encontraron a un interno dos “bellotas” de hachís y varios comprimidos de “trankimazin”. De hecho, hace unos días, la Guardia Civil utilizó a uno de sus perros antidroga en una inspección realizada dentro de la cárcel.

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