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La mitad de funcionarios de la prisión de Albocàsser abandonan el centro

Fuente: Cadena COPE

Las agresiones y la distancia a Castellón son dos de los motivos.

El sindicato de funcionarios de prisiones, Acaip, alerta del éxodo de trabajadores que va a sufrir la prisión de Albocàsser durante los próximos meses dado que ha concluido el concurso de traslados y unos doscientos profesionales, la mitad de la plantilla, ha solicitado un cambio de destino. La peligrosidad es una de las razones que llevan a pedir estos traslados, según ha explicado a COPE Marcos Álvarez, delegado de los Trabajadores por Acaip.

Este año los funcionarios de la prisión de Albocàsser han sufrido cinco agresiones por parte de internos, aunque hasta el momento, Instituciones Penitenciarias (IIPP) no ha puesto medios para acabar con la violencia.

En los próximos días la Secretaria General de IIPP publicará y resolverá el concurso de traslados de los funcionarios de prisiones, dejando en la Prisión de Albocàsser un panorama cuanto menos desolador. Prácticamente la mitad de la plantilla, unos 200 trabajadores, cambiarán de destino y el resto solicitó destino lejos de Albocàsser, pero no consiguió su propósito.

Durante los más de 11 años que la prisión lleva en funcionamiento, esto viene repitiéndose en cada concurso de traslados del personal funcionario. A partir de 2013, "la administración por su mala gestión y con la excusa de una crisis económica no convoco oferta de empleo público con lo cual también nos privó de concursos de traslados durante más de cinco años, e hizo que viviéramos un espejismo de estabilidad en la plantilla, que durante esos 5 años prácticamente fue la misma, pero que tras el concurso de 2018 nos hizo volver a la cruda realidad, nadie o casi nadie quiere echar raíces en Albocàsser".

Desde la sección sindical de ACAIP "venimos analizando el porqué de este éxodo y lo achacamos principalmente en 4 factores. El primer factor es que Albocasser tiene en su conjunto el perfil de interno más conflictivo de toda España, nadie quiere venir a Albocasser y los internos no van a ser menos, la prisión se utiliza en cierta manera como cajón de sastre de los internos, aquí envían a internos que no se adaptan en otras prisiones o protagonizan altercados violentos en otros centros".

Todo ésto se traduce en que sea la prisión con más incidentes violentos y seguramente en el top 3 de violencia sobre los trabajadores, con casi 300 acciones violentas tanto físicas como verbales en 2018 y ya por la friolera de 200 en la primera mitad de 2019.

El segundo de los factores del éxodo es la poca experiencia de la plantilla. La gran mayoría de los 200 funcionarios que abandonan Albocàsser son reemplazados por funcionarios que acaban de aprobar la oposición o que acaban de superar el periodo de prácticas de la oposición. Estos funcionarios "desarrollan su trabajo con el mayor de los empeños y profesionalidad, pero la escasa formación que les proporciona la administración, la falta de experiencia y el perfil conflictivo de los internos es una mezcla muy peligrosa a la que la administración expone a sus trabajadores".

El tercer factor que influye en el éxodo es la ubicación de la prisión, está a 65 kilómetros de Castellón, "lo que se traduce en dos horas de carretera cada día para ir al puesto de trabajo, que en los funcionarios que desempeñan su labor en las oficinas del centro penitenciario se hace muy cuesta arriba, dado que durante los cinco días de la semana pierden en comparación más de una jornada y media de trabajo en ir a su puesto de trabajo".

Es muy significativo que casi la totalidad de los funcionarios que desempeñan su trabajo en el área de oficinas han obtenido en el concurso destino en otro centro o pasan a desempeñar su puesto en el área de vigilancia, dejando las oficinas totalmente vacías. "Estas oficinas se cubrirán con funcionarios recién aprobados que en el siguiente concurso también abandonarán las oficinas y así año tras año no consiguiendo ni una pequeña estabilidad en ellas".

El cuarto y último factor, "no por ello menos importante es el poco, por no decir nulo, reconocimiento que somete la dirección del centro a sus trabajadores que parece supuestamente que intentan desmerecer el trabajo de los funcionarios en lugar de reconocerlo. La propia dirección somete a una presión innecesaria a los trabajadores, una presión innecesaria amparándose en cualquier detalle sin importancia para poner en duda el buen hacer y profesionalidad de los trabajadores".

"También la administración central tiene mucha culpa de este poco o nulo reconocimiento, dado que en los años que lleva la prisión abierta, siempre han mirado hacia otro lado en todos los incidentes como las diversas agresiones muy graves o los varios apagones generales que menoscabaron gravemente la seguridad del centro y los trabajadores, en ambos casos la administración se ha desentendido del todo. Solo se acuerdan de Albocaser para proyectos pilotos como el lápiz óptico y otras medidas, que se han establecido en Albocasser sin tener en cuenta a la plantilla o su eficacia, solo los responsables de aplicarlas, conocerán sus verdaderos objetivos", sentencia Acaip.

 

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