Fuente: LAS PROVINCIAS DIGITAL

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha autorizado a los médicos la alimentación forzosa del preso en huelga de hambre Djamel Merabet, “si es necesario”. El recluso inició su protesta el día en que se conoció la prisión atenuada a De Juana. El viernes, después de que el presunto terrorista islamista fuera atendido en el Hospital General, los facultativos consultaron cómo proceder si se producía una situación de riesgo vital.
Los médicos podrán suministrar alimentos a Djamel Merabet “si fuera necesario”; es decir, en el supuesto caso de que su estado de salud empeorara y “su vida pudiera correr serio peligro”.

Fuentes penitenciarias confirmaron ayer que la Audiencia Nacional autorizó de inmediato a los facultativos, después de que la semana pasada los profesionales sanitarios pidieran permiso al juez Baltasar Garzón, encargado de instruir el caso en el que Merabet está acusado de actividades terroristas.

Desde el Ministerio del Interior argumentaron que la Audiencia Nacional, tras comunicarle la solicitud de los médicos a la Fiscalía, emitió un auto con el permiso el mismo viernes día 20.

Djamel Merabet fue uno de los detenidos en la que fue bautizada como Operación Nova. La acción policial desarticuló a una célula que había planeado volar el edificio de la Audiencia Nacional, entre otros grandes objetivos.

Este presunto terrorista se encuentra en prisión provisional en el centro de Preventivos del complejo penitenciario valenciano. Merabet ha perdido casi 20 kilos desde que inició una huelga de hambre el pasado 1 de marzo, apenas unas horas después de que se conociera que el Ministerio del Interior había decidido conceder la prisión atenuada al etarra Iñaki de Juana Chaos y trasladarle al País Vasco.

Fuentes de este departamento del Gobierno argumentaron que en la solicitud referente a Merabet se ha actuado como se hizo con De Juana: se ha accedido a dar permiso para su “alimentación forzosa” en caso necesario.

Esta decisión se basa en la jurisprudencia creada por la sentencia 120/1990 de 28 de junio del Tribunal Constitucional tras la huelga de hambre que iniciaron varios reclusos de la banda terrorista GRAPO. El objetivo de aquella autorización fue “impedir el riesgo de muerte” de los reclusos.

Traslado al hospital
Desde Instituciones Penitenciarias puntualizaron que la solicitud trasladada a la Audiencia partió de los médicos del Hospital General y no de la enfermería de la cárcel de Picassent. La consulta, de la que informaron fuentes judiciales, tuvo su origen el jueves día 19 con el traslado al centro público sanitario del presunto terrorista, después de que su salud empeorara.

Finalmente, y tras ser atendido durante unas horas en el área de Urgencias del General, Djamel Merabet fue trasladado de nuevo hacia la cárcel a primera hora de la mañana del viernes.

Este ciudadano de nacionalidad argelina y de 44 años es uno de los 17 supuestos integrantes de la célula llamada Mártires para Marruecos. Todos ellos fueron enviados a prisión provisional en octubre del año 2004 por el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que ocupa Garzón.

Según Interior, de momento no ha sido necesaria la alimentación forzosa de este preso. Esto coincide con la versión de otras fuentes de la prisión valenciana.

En el comienzo de su protesta, Merabet–que suma 55 días en huelga– dejó que se le suministrara agua con azúcar.

El recluso comunicó su intención de comenzar una huelga de hambre en un escrito remitido a la dirección del centro penitenciario de Valencia, ubicado en el término de Picassent. En su carta no hizo ninguna alusión expresa al traslado de De Juana tras una protesta similar. Los argumentos de Merabet para justificarse son que se siente “indefenso frente a las acusaciones por un delito que nunca he cometido”.

El auto de Garzón, según fuentes penitenciarias, únicamente se refiere a la actuación que pueden adoptar los médicos respecto al estado de salud de Merabet. En el penal valenciano se encuentra en huelga de hambre otro supuesto terrorista islamista en prisión provisional.

Este otro recluso, cuyas iniciales son Z. R., inició su huelga el 30 de marzo varias semanas después del caso De Juana y su estado de salud sigue siendo “bueno”.