Fuente: Levante

La prisión de Fontcalent carece de vigilancia por las noches en la puerta principal de acceso desde el pasado domingo a causa de la falta de guardias civiles en la unidad encargada de la seguridad exterior dentro del centro penitenciario. Esta insólita situación en un centro que alberga a casi un millar de presos hacinados en el Centro de Cumplimiento y a cuatrocientos pacientes en el Hospital Psiquiátrico fue confirmada ayer por diversas fuentes penitenciarias y próximas al Instituto Armado, mientras que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias rechazó confirmar este extremo y únicamente señaló una portavoz que «no hacemos comentarios sobre asuntos que afectan a la seguridad».

La garita de vigilancia que hay en la puerta de acceso a Fontcalent contaba hasta hace unos días con un guardia civil en turnos de mañana, tarde y noche. En los dos turnos primeros también hay funcionarios del Psiquiátrico o de Cumplimiento, pero desde el domingo, según unas fuentes, o desde el miércoles, según otras, la garita se queda vacía por las noches y la barrera permanece levantada, por lo que este primer filtro puede ser franqueado por cualquier vehículo o persona. Asimismo, los turnos de mañana y tarde han llegado a estar sin agentes también durante esta semana, aunque ayer tarde, tras preguntar este periódico a Instituciones Penitenciarias por el problema, un guardia civil acudió a la garita.

El problema se originó el pasado fin de semana después de que trece agentes del Núcleo de Servicios de la Comandancia de Alacant se marcharan a otros destinos, lo que unido al elevado número de bajas de esta unidad impidió que se dispusieran de suficientes efectivos para cubrir todas las garitas de vigilancia asignadas a la Guardia Civil en la prisión de Fontcalent, según fuentes próximas al caso. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) manifestó al respecto que la mitad de los agentes del Núcleo de Servicios está de baja y el resto está «quemado» porque no paran de doblar turnos.
Fuentes penitenciarias indicaron a este diario que «el centro está controlado» a pesar de que no haya agentes en la puerta principal. No obstante, personas que residen en el complejo penitenciario no se sienten seguras porque temen que un terrorista pueda entrar por la noche y coloque un coche bomba, además de existir otros problemas de seguridad.