Fuente: Tribuna de Salamanca

Y lo hará como consecuencia de su reciente designación como nuevo jefe del gabinete de la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, en la capital española.

Así lo manifestó ayer el propio Bermúdez en declaraciones a este medio, quien dijo que la toma de posesión del nuevo cargo será inminente, a principios del año 2006, y que, sin duda, «lo hago con mucha pena y, sobre todo, muy agradecido a mucha gente», destacó, al tiempo que señaló que el nombramiento «supone un salto cualitativo muy importante en mi carrera profesional... un puesto de máxima confianza», cuyo desempeño se centrará en labores de carácter institucional y de acompañamiento de la directora general, así como de mediación en los problemas que puedan surgir.

Nacido en la ciudad de Orense en el año 1960 es licenciado en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela, donde destacó hasta el punto de llegar a convertirse en el número uno de su promoción.

Reconocido como el director de prisiones más joven de España, con tan sólo 28 años de edad, así como uno de los más veteranos, por no decir ‘el decano’, de los centros penitenciarios repartidos entre el territorio nacional, inició su carrera en el complejo mundo penitenciario en la prisión de Tenerife, donde ocupó el cargo de subdirector del penal.

Director del Dueso

Sería posteriormente cuando se pondría al frente de la cárcel del Dueso, en Santander, donde estuvo durante tres años; por último, hace diez años llegaba a la provincia de Salamanca para dirigir la recién inaugurada macrocárcel de Topas.

Casado con una también psicóloga y también gallega, aunque nacida en Vigo (Pontevedra), José Ignacio Bermúdez tiene dos hijos varones, de 14 y 11 años de edad.

Su marcha a Madrid no supondrá su distanciamiento con Salamanca, donde continuará residiendo su familia, y a donde viajará con frecuencia.

Momentos difíciles

Sin duda uno de los momentos más difíciles de su más que destacada trayectoria profesional se produjo muy recientemente, el pasado año, con motivo de la desarticulación de la célula islamista supuestamente fraguada en la cárcel de Topas. Bermúdez fue entonces el único director de Instituciones Penitenciarias que aguantó en su cargo tras los atentados de Madrid. Según él mismo llegó a manifestar en una entrevista posterior concedida a TRIBUNA: «De cara al exterior Topas quedó muy tocada después del 11-M», declaraba entonces.