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La familia de un interno de Tenerife II pide una investigación sobre su muerte

El subdirector de la cárcel dice que falleció de un infarto y todo fue legal.

Fuente: La Opinión de Tenerife

Pedro Juan Pérez Rodríguez nunca había padecido del corazón, según expresó su mujer María Mercedes Hernández, sin embargo la causa de su muerte, según atestigua el certificado médico de defunción, es una "parada cardiorrespiratoria siendo la probable causa un infarto agudo de miocardio". La familia pide una investigación mientras el subdirector de la cárcel afirma que todo fue legal.

María Mercedes Hernández mantuvo una comunicación bis a bis de casi dos horas con su compañero sentimental Pedro Juan Pérez Rodríguez cuatro horas antes de su muerte. En ella, el interno expresó a su mujer y a su hijo de 12 años la esperanza que tenía de pasar las navidades con ellos ya que estaba a punto de llegar el tercer grado, y "le habían hecho un electro donde se apreciaba que tenía el corazón como un reloj". "Estaba sano, fuerte y de buen humor", dice su mujer, incluso estuvo haciendo bromas con el chiquillo mostrándole los bíceps. Al marcharse los dos, Pedro Juan le dijo a María Mercedes: "Vete despacio que hay mal tiempo".

La muerte de Pedro Juan Pérez Rodríguez en Tenerife II sucedió el 28 de noviembre a las 23:26 horas, justo el mismo día que la tormenta tropical Delta azotó la isla de Tenerife. Aquella noche en el centro penitenciario no había televisión porque estaban funcionando con generadores eléctricos, así que algunos internos como Pedro Juan decidieron entretenerse jugando a las cartas en su celda. Pero poco le duró el juego porque Pedro Juan cayó al suelo presa de un ataque cardíaco, según la versión oficial. En ese momento, María Mercedes se estaba fumando un cigarrillo y sintió una punzada en el corazón mientras miraba una estrella en el cielo.

Terrible despertar

"Me despertaron los chillidos de mi hija Omaira, de 15 años que no dejaba de repetir: ¿Cómo que se murió? ¿Cómo que se murió? Le quité el teléfono de las manos y me comunicaron que mi marido había fallecido la noche anterior y que ahora su cadáver se encontraba en una cámara del tanatorio. Primero reconocimos el cuerpo, que tenía pintado su nombre en el pecho con rotulador, y lo primero que observamos fueron unas marcas moradas en la cara y también en el cuerpo", relata María Mercedes.

"Mi hija pidió que se le practicara la autopsia porque esas marcas no eran normales, pero el forense del tanatorio nos dijo que las livideces aparecen por el paro cardíaco. ¿Y las heridas, me pregunto yo?". Finalmente, Yesica María Pérez Pimienta, hija del fallecido, decidió poner una denuncia ante el juzgado de instrucción número 1 de Santa Cruz de Tenerife en la que manifiesta la causa de la muerte, que según el certificado médico de defunción, señala "parada cardiorrespiratoria siendo la probable causa infarto agudo de miocardio".

En la denuncia también se especifica que su hermano, Francisco Javier y la mujer de su padre, María Mercedes, "le vieron por ambas orejas y por la zona de la espalda una serie de moratones. Que cree que a su padre no lo vio ningún médico forense, siendo trasladado del centro penitenciario al tanatorio en la madrugada del lunes 28 de noviembre al martes 29. Por último, consta también que "la mujer de su padre lo visitó el día 28 por la tarde y lo vio perfectamente, por lo que no se explica el por qué tiene estos morados".

En el documento se solicitaba además, la realización de la autopsia, pero mientras su hija Yesica María estaba en el juzgado, en el tanatorio a María Mercedes le preguntaron si quería que el cuerpo se incinerara, y ella para cumplir la última voluntad del que fue su marido, dijo que sí. En ese momento, los nervios y la emoción le jugaron una mala pasada que, ahora, reconoce, "impide que se sepa la causa real de la muerte de Pedro Juan".

Procedimiento legal

El subdirector del centro penitenciario Tenerife II, Juan José Martínez, reconoce que la familia está en su derecho de poner una denuncia, pero a mí me consta que no se cometió ninguna negligencia. "El interno estaba sentado en una silla jugando a las cartas cuando le dio el infarto y se cayó al suelo con el que posiblemente se golpeó. Su compañero le intentó reanimar pero al no conseguirlo le llevaron a la enfermería", explica Martínez. A continuación, se llamó al juzgado de guardia y al médico forense, pero dijeron que "como había un médico en el centro y el interno había fallecido de muerte natural no era necesario ese desplazamiento". Estos hechos sucedieron la misma noche que la tormenta Delta se cebó con Tenerife. "Los infartos son así, y por una muerte de causa natural no podemos abrir una investigación", reitera Martínez, quien reconoce que habló con la viuda en su despacho y le entregó las pertenencias del interno.

Por otro lado, los portavoces de los distintos sindicatos, CSIC, UGT y CC OO se ciñen a la versión oficial.

Un cúmulo de contradicciones y muchas prisas

A María Mercedes no hay quien le quite de la cabeza que en Tenerife II lo que querían era "deshacerse del cadáver cuanto antes". Como tampoco le encuentra explicación a que una persona muera por infarto agudo de miocardio cuando nunca ha padecido del corazón, y "he vivido con él 20 años", dice. Si María Mercedes duda de la veracidad de la versión oficial es debido a que, según ha podido saber por fuentes de los propios internos, la primera contradicción reside en que Pedro Juan llegó ya cadáver a la enfermería del centro y envuelto en una manta, después de que su compañero de celda le intentara reanimar, sin conseguirlo. Sin embargo, fuentes sindicales aseguran que "en la enfermería fueron incapaces de reanimarlo". "Pedro muere sin asistencia médica", asegura María Mercedes, según me explicó el subdirector, quien dijo que "había sido atendido por su compañero". Además, añade, cuando una persona fallece tiene que atestiguarlo el forense, pero en este caso fue el médico del centro. La rapidez en trasladar el cuerpo desde Tenerife II hasta el tanatorio es otra de las cuestiones que le hacen dudar. "Según el certificado médico, mi marido falleció a las 23:26 horas y la funeraria se personó para recoger el cadáver a las 01:45 de la madrugada, dos horas después de su muerte y sin habernos comunicado nada".

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